No me regales más libros porque no los leo, lo que he aprendido es porque lo veo. Mientras más pasan los años me contradigo cuando pienso: El tiempo no me mueve, yo me muevo con el tiempo.
Soy las ganas de vivir, las ganas de cruzar, las ganas de conocer lo que hay después del mar. Yo espero que mi boca nunca se calle, también espero que las turbinas de este avión nunca me fallen. No tengo todo calculado ni mi vida resuelta, sólo tengo una sonrisa y espero una de vuelta. Tu eres el sol en mi cara cuando me levanta, yo soy la vida que ya tengo, tu eres la vida que me falta.
Un día decidí hacerle caso a la brisa, a irme resbalando detrás de tu camisa. No me convenció nadie, me convenció tu sonrisa.
Las palabras desaparecen más rápido de lo que la vista puede alcanzarlas, otras se marchan despacio y dolorosamente. Los hechos son los que quedan, los momentos que fabricas en tu vida son los que te marcarán un antes y un después y los que guiarán tus pasos marcando tu propio porvenir y destino. Son los que harán secar tus lágrimas o ayudarte a superar cada bache que encuentres en el camino. Di lo que piensas, déjate llevar y disfruta cada segundo como si te fuera la vida en ello.
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