Toda tu vida la puedes definir en un minuto. Sencillo.
Solo necesitas un minuto para querer a un amigo, amar a esa persona especial, odiar las injusticias, pasar esa línea de meta y ganar, perder a alguien, romper a llorar como si no hubiera mañana, reír a carcajadas, sonreír y que te devuelvan la sonrisa un desconocido, correr por miedo, soñar contigo, desearte.
Solo me hizo falta un minuto para saber que era contigo con quien quería compartir el resto de mis días, sean llenos de colores o grises.
Ese minuto en el que decides caminar de su mano. En el que se te pasa por la cabeza "lo quiero con locura". Ese minuto en el que tu mirada y la de él se pierden en silencio una dentro de la otra. Ese minuto tan largo e insoportable cuando acabas de discutir. Ese minuto tan corto que se te pasa fundida en un abrazo.
Si sumamos todos esos minutos me dan horas, días, semanas, meses y años a tu lado de pasión, de los cuales no me arrepiento de ninguno de ellos.
Al igual que a mi solo me hizo falta un minuto para saber que eras tú esa persona, a ti sólo te hizo falta un minuto para deshacerte de mi.
Duele, y sobre todo aceptarlo, pero solo me hace falta un minuto para reconocer que te echo de menos.
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